martes, 4 de octubre de 2011

Descubren que los arrecifes de Coral llevan siglos afectados por la actividad humana.


El estudio, denominado 'Reconstrucción histórica sobre la recuperación de los arrecifes de coral de Hawai', que ha sido publicado en la revista 'PLoS ONE', concluye que los cambios históricos en las sociedades humanas y sus relaciones con los ecosistemas de arrecifes de coral pueden explicar si estos ecosistemas muestran patrones de sostenibilidad y capacidad de recuperación o de reducción y degradación.

El doctor John N. Kittinger, autor principal del estudio, trabajaba en el Departamento de Geografía de la Universidad de Hawai en Manoa, cuando la reconstrucción se llevó a cabo.


   Según Kittinger, "la reconstrucción incluye una revisión y evaluación exhaustivas de los yacimientos arqueológicos, observaciones históricas de las condiciones de los ecosistemas, y datos ecológicos y pesqueros. Tras analizar estos conjuntos de datos, observamos que la acción humana es, en parte, responsable de la recuperación del medio ambiente -lo que muestra que no todas las interacciones humano-ambientales conducen a resultados nocivos- y que los ecosistemas degradados pueden conservar la capacidad de adaptación y resistencia a la hora de recuperarse de los impactos humanos".

   En palabras de la doctora Ellen Pikitch, directora del Instituto de Ciencias del Mar de la universidad, "este estudio ha permitido demostrar que las interacciones humano-ambientales deben incluirse en los factores que contribuyen a la degradación de un ecosistema. La comprensión de las interacciones pasadas puede ser crucial para determinar la actual gestión de los ecosistemas de arrecifes de coral".

   El análisis sugiere que en las islas hawaianas principales la explotación marina fue mayor en el primer período se asentamiento polinésico, hace más de 700 años. En 1400, sin embargo, las fuentes de proteína de los arrecifes se hicieron menos importantes que los derivados de animales domésticos, y un conjunto de estrategias de conservación de los recursos de arrecifes de coral llevado a cabo por las sociedades nativas de Hawai, permitió recuperar los arrecifes.

   Esta recuperación continuó según la tradicional pesca en los arrecifes iba siendo abandonada durante el período de post-contacto europeo. La primera mitad de la década de 1800, sin embargo, los arrecifes entraron de nuevo en declive debido a la sobreexplotación, contaminación de origen terrestre, y otros factores asociados con cambios en la demografía, los sistemas económicos, y las nuevas tecnologías. El análisis muestra que los impactos negativos continuaron y se intensificaron hasta el día de hoy, mostrando sólo un breve respiro en la década de 1940, debido al cierre de las zonas marinas próximas a la costa durante la Segunda Guerra Mundial.

   "Los arrecifes de las islas hawaianas principales han estado disminuyendo durante más de 150 años, y la degradación similar que se ha producido en otros ecosistemas de arrecifes  indica que pueden estar acercándose a un punto de inflexión o umbral, más allá del cual la recuperación es dudosa", alerta el doctor Kittinger y añade que "si nos fijamos en la recuperación histórica del ecosistema, revertir este descenso requiere la protección de una amplia gama de tipos de hábitat en grandes áreas, tales como reservas marinas. Además, las instituciones y las políticas de protección serán necesarias en el lugar para participar en el cuidado del ecosistema marino".

   A diferencia de los arrecifes de las principales islas de Hawai, los investigadores observaron que los arrecifes de coral de las Islas del Noroeste de Hawai han funcionado por mucho tiempo como un refugio geográfico debido a su aislamiento y su población humana limitada. El análisis muestra que, sin embargo, sufre algunos de los mismos impactos negativos del período post-contacto europeo.

   Después de la Segunda Guerra Mundial, sin embargo, los arrecifes de esta región comenzaron a recuperarse de los impactos históricos debido a la despoblación humana en la zona, los esfuerzos de conservación, y la disminución de las actividades comerciales relacionadas con los arrecifes.

   "La capacidad de recuperación y de adaptación de los arrecifes de coral ha demostrado en este estudio que existen motivos para la esperanza, y sugiere que no debemos descartar la posibilidad de devolverle la salud hasta a los arrecifes más degradados", concluye Pikitch.

Fuente: ecoticias.com 

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