martes, 9 de agosto de 2011

Estudio revela que la oliva mallorquina es una variedad autóctona.


 Según ha informado la Dirección General de Medio Rural y Marino en un comunicado, este análisis de la UIB ha sido financiado con 15.000 euros de la Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente y Territorio del anterior Govern. Además, ha detallado que éste permite que el sector solicite al Ejecutivo la tramitación de la DO de la aceituna mallorquina, para lo que tendrá que presentar una propuesta de reglamento y una entidad de certificación.
 
 Concretamente, el análisis ha permitido concluir que esta calidad diferenciada es atribuible al medio geográfico. Para poder tramitar esta solicitud de la DO era necesario acreditar las características diferenciadas y el vínculo del producto con el medio geográfico.

   Hasta el momento se desconocía si la variedad tradicional del olivo de Mallorca era empeltre de Aragón u otra variedad diferente. Así, gracias a este estudio se ha comprobado que el ADN de los olivos centenarios de Mallorca no coincide con el ADN del empeltre de Aragón puesto que su secuencia se asemeja más al ullastre, variedad más salvaje, y que, por lo tanto, el olivo mallorquín es una de las más antiguas.
 

 Por otra parte, el estudio ha analizado por qué la aceituna mallorquina es más gustosa y amarga, dos características organolépticas muy bien valoradas por los habitantes de la isla. La amargura se debe a un contenido de polifenoles más elevado que en la media del resta de olivas del mercado. El gusto, desde el punto de vista de la sensación oleosa que deja a la boca, se atribuye a un nivel de ácidos grasos insaturados más elevado que en aceitunas de otros lugares. Estos ácidos, puesto que tienen un punto de fusión bajo, pasan a estado líquido con la temperatura de la boca, lo que provoca esta sensación de untuosidad.

Fuente: Ecoticias.com

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