jueves, 15 de diciembre de 2011

Estudios revelan que la conducta materna del lobo marino, es determinada por el medio ambiente

  Los últimos estudios revelan que las hembras de lobo marino de California (Zalophus californianus) han desarrollado distintos patrones de conducta materna  en respuesta a las condiciones ambientales que prevalecen en los alrededores de las colonias, lo anterior lo da a conocer un trabajo de investigación que lleva a cabo el laboratorio de Ecología de Pinnípedos “Burney J. Le Boeuf” del Centro Interdisciplinario de Ciencias Marinas (CICIMAR) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El comportamiento materno de las hembras de lobo marino y el tiempo que amamantan a sus crías es variable en distintas colonias del Golfo de California y la costa occidental de la península de Baja California de acuerdo con el análisis de los dientes de la especie.

A fin de conocer por qué el comportamiento materno varía en esta especie, el CICIMAR estudia a las hembras de lobo marino  mientras están en tierra, cuando se alimentan en el mar y su dieta a partir de análisis de copros (excremento) y vibrisas (bigotes).

También analizan las condiciones ambientales como temperatura superficial, concentración de clorofila en el mar tanto en el Golfo como en la costa occidental del Pacífico de Baja California.


Este proyecto permitirá obtener información sobre cómo se relacionan los patrones de conducta materna y la dieta con las tendencias poblacionales en cada colonia, para desarrollar un modelo integral de la lactancia que servirá para predecir el efecto de distintos escenarios de variabilidad ambiental en la población del lobo marino de California, explicó la doctora Claudia Janetl Hernández Camacho, responsable de la investigación, y en la que también participan los doctores David Aurioles y Laura Sánchez Velasco de la misma institución.

En su etapa inicial, la investigación del IPN colectó muestras de bigotes y copros de una población de lobos marinos en una isla del Golfo de California y del Pacífico en los veranos 2010-2011. También cuentan con datos de la conducta materna en tierra en las mismas islas y marcaron crías para estimar su supervivencia.

De acuerdo con la especialista politécnica aún les falta colocar las marcas satelitales en hembras lactantes para determinar la duración de sus viajes y las áreas de alimentación, así como caracterizar el hábitat utilizado por cada individuo en la temporada reproductiva.

“En este momento nos encontramos en el análisis  de la información colectada durante las temporadas 2010-2011, el próximo año recabaremos los mismos datos para analizar los patrones de conducta durante varias temporadas y entender qué factores influyen en su comportamiento”, indicó.

En México habitan y reproducen cuatro especies de pinnípedos: lobo marino de California, el lobo fino de Guadalupe; el elefante marino del norte y la foca común. La primera es la más abundante de las cuatro, hay 13 colonias reproductivas en el Golfo de California que corresponde a 31 mil individuos con siete mil crías anuales. Mientras que en el Pacífico hay ocho colonias reproductivas con 87 mil individuos y 15 mil crías al año.

Los machos de lobo marino de California son tres veces más pesados que las hembras, su color es oscuro y en la parte superior del cráneo tienen una cresta sagital que se ve como una protuberancia que hace que los hace verse más grandes.

Su temporada de reproducción es en verano de junio-agosto, las hembras adultas tienen una cría cada temporada reproductiva. 



Fuente: El Informador

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