lunes, 14 de marzo de 2011

Impacto ambiental despues de un desastre natural como un tsunami

Un desastre natural como un tsunami es un evento peligroso que causa efectos o alteraciones ambientales (físicas, biológicas, sociales, económicas) de tal magnitud, que los ecosistemas y /o la sociedad no son capaces de soportar sin ver destruidos sus elementos de funcionamiento básicos y sus equilibrios dinámicos.
A pesar de su importancia, tanto como fuente de alimento, como para el ocio y como factor climático, se sabe todavía sorprendentemente poco sobre la estructura y el funcionamiento del medio ambiente marino. También es muy escasa nuestra comprensión y la previsibilidad del efecto de la actividad humana sobre los ecosistemas marinos a pesar de su gran impacto sobre el medio ambiente marino y su biodiversidad, en especial a causa de la contaminación de fuentes industriales y domésticas en los ríos, las aguas costeras y el mar. Otras agresiones las constituyen los vertidos de buques que limpian sus depósitos de combustible en el mar, los naufragios y la sobreexplotación de las zonas costeras. La introducción de especies alóctonas en nuevos entornos marinos también puede dar lugar a problemas medioambientales. Todo ello está provocando cada vez más la perturbación y contaminación de nuestros mares con efectos negativos para los hábitats marinos y la fauna y la flora que abrigan.
La vulnerabilidad ambiental del Océano Indico implica evaluar la susceptibilidad o resistencia de dicha área respecto de los desastres causados por los Tsunami. La capacidad de resistencia o amortiguamiento de una región está en buena medida relacionada con la provisión de servicios ambientales a partir de los recursos naturales que posee, tales como ecosistemas bien preservados, particularmente playas, bosques, cuencas etc.
La intervención humana, puede aumentar la frecuencia y la severidad de los desastres naturales (www.waste.ideal.es), y también puede originar amenazas naturales donde no existen antes. Esto puede suceder al introducir modificaciones en el medio costero mediante la construcción de obras, el manejo y uso inadecuado de éste o por la destrucción del ecosistema, sin considerar los procesos y dinámica geofísica y las relaciones ecológicas existentes (que pueden mitigar en forma natural los impactos de un evento natural extremo). En este sentido, el modelo de desarrollo imperante en la región del Océano Indico no ha dado la suficiente importancia a la aplicación de políticas e instrumentos de ordenamiento territorial, bajo criterios de sustentabilidad ambiental que prevengan este tipo de riesgos.
La importancia que tiene la vulnerabilidad ambiental frente a los Tsunamis extremos en la región, como una dimensión vital a ser considerada en su futuro desarrollo, hace necesario disponer de mecanismos para evaluar y en consecuencia para reducirle, fortaleciendo con ello la capacidad de la región para enfrentar este fenómeno natural, con la menor pérdida económica, social y ambiental.
La localización de las actividades humanas y los asentamientos en la costa sin planificación como causa directa, junto con el sostenido crecimiento de la población de los países asiáticos y africanos y la persistencia de situaciones de pobreza, como efectos intensificadores, ha aumentado la vulnerabilidad ambiental en la región, que se manifiesta dramáticamente por efecto devastador como este Tsunami.
La intervención humana sobre los ecosistemas costeros, cubre un espectro de impactos antropogénicos distintos, que van desde:
  • La maricultura intensiva.
  • Erosión costera extendida, a menudo exacerbada por una infraestructura humana inadecuada.
  • Destrucción del hábitat, como consecuencia de una construcción y ordenación territorial poco planificadas o de la explotación del mar, ocasionan alteraciones a la geoforma, la línea costera y al patrón de corrientes, como son los casos de marinas, dársenas, escolleras, diques y rompeolas.
  • Perdida de biodiversidad, incluido el declive de las poblaciones de peces en la costa y en alta mar, debido al deterioro de las zonas costeros de desove, alimentación, refugio, reproducción y crianza de especies de fauna.
  • Perdida de los manglares, las playas, los riscos o arrecifes.
  • Contaminación del suelo y de los recursos hídricos, en la medida en que la contaminación de las fuentes marinas o interiores, incluidas los vertederos, se desplazan hacia el litoral.
  • Desempleo e inestabilidad social por el declive de sectores tradicionales o compatibles con las preocupaciones ambientales.
  • Destrucción del patrimonio cultural y dilución del tejido social por el desarrollo incontrolado (especialmente del turismo).
El turismo en la costa del Océano Indico (Sudeste de Asía) ha acarreado modificaciones sustanciales a las poblaciones y localidades de las regiones donde ocurren las oleadas del turismo. Estos efectos son de corte socioeconómico y cultural, y los más significativos de ellos son:
Se presenta una mayor necesidad de infraestructura, con la introducción de energía, carreteras y caminos de acceso, aeropuertos y pistas aéreas, puertos y marinas, redes de agua potable y alcantarillado, plantas de potabilización y tratamiento de agua, entre otras. Todas estas obras de grandes dimensiones, costos significativos y modificaciones a los presupuestos regionales, generan además impactos significativos sobre el ambiente costero.
Los desarrollos turísticos costeros pueden ocasionar la desaparición de sitios de alimentación, refugio, reproducción y crianza de especies de fauna, como pueden ser los manglares, las playas, los riscos o arrecifes.
La construcción de cierto tipo de infraestructura o equipamiento para el turismo, especialmente aquellos asociados a las actividades acuáticas, ocasionan alteraciones a la geoforma, la línea costera y al patrón de corrientes, como son los casos de marinas, dársenas, escolleras, diques y rompeolas. Esto puede traer repercusiones como la pérdida de la superficie de playa, el rompimiento y deterioro de la infraestructura y la disponibilidad de nutrientes.
Las grandes inversiones turísticas generan competencia por el uso de recursos, especialmente con los asentamientos humanos, la agricultura y la pesca. Esto puede ocasionar el agotamiento de recursos de consumo suntuario. Finalmente, se genera una mayor cantidad de residuos y descargas. Los turistas consumen más cantidad de agua per cápita al día y de insumos de todo tipo, lo que ocasiona la necesidad de contar con mayor infraestructura para su tratamiento y disposición final.

Fuente: http://www.revistafuturos.info/futuros_10/tsunami2.htm

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