martes, 11 de octubre de 2011
Flor Murciana resucitada después de 100 años.
Un estudio revela las características y las razones que mantienen en peligro crítico de desaparición a la especie de leguminosaAstragalus nitidiflorus, o garbancillo de Tallante. Los investigadores quieren recuperar esta planta floral exclusiva de la región de Murcia, que hasta hace poco se creía extinguida.
La reaparición ocurrió en 2003, cuando un aficionado a la botánica paseaba en bicicleta en las proximidades de la montaña de Cabezos del Pericón (Murcia) y vislumbró en el campo un extraño ejemplar de flor. Tan extraño que hacía casi 100 años que nadie lo observaba.
“Astragalus nitidiflorus es una especie que fue recolectada por primera vez en 1909, en Cartagena, y descrita por el botánico Carlos Pau en 1910”, relata Juan José Martínez Sánchez, autor del estudio e investigador de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT). En la descripción, Pau no anotó la localización exacta, y esto, junto con la escasez de la especie, dificultó que nadie la volviera a ver durante casi un siglo.
Una vez ‘resucitada’ esta esquiva especie, la Consejería de Agricultura de Murcia financió estudios básicos sobre su biología y ecología, realizados por la UPCT. “Son imprescindibles este tipo de evaluaciones para poder aprobar un plan de recuperación”, explica Martínez.
El trabajo publicado en Flora recoge los aspectos más significativos del ciclo de vida de la planta: la fenología de la floración y de la fructificación, el éxito reproductivo de la especie y los factores que contribuyen a él, y los patrones de reclutamiento de nuevos individuos a la población.
Se trata de una pequeña metapoblación fragmentada en pequeños grupos de individuos. Es una planta perenne de corto ciclo de vida (como mucho puede durar cuatro años y tener tres periodos de floración)”, describe Martínez Sánchez. “Tiene un periodo de floración largo, por lo menos de dos o tres meses”.
La resurrección del garbancillo
Para valorar la posible repoblación, los investigadores tienen que prestar especial atención a los puntos débiles que determinan la situación de peligro. Según el informe, la etapa más crítica en el ciclo vital es la fase de plántula. La mortalidad en esta fase es muy alta. Además, el éxito reproductivo de la planta es bajo.
“El pequeño tamaño de la población es el principal factor de amenaza para la especie, ya que cambios en las condiciones ambientales de la zona o variaciones demográficas al azar podrían llevar a la desaparición”, explica Martínez Sánchez.
“No obstante, el manejo del territorio en donde crece la especie por parte del hombre tampoco parece favorecer el mantenimiento y la expansión de la planta por su área potencial, por lo que se hacen urgentes los estudios encaminados a conocer con exactitud la influencia de las técnicas de manejo del suelo (laboreos, pastoreo, etc.) pueden tener sobre el mantenimiento de la población actual”, subraya el investigador.
Desde la Universidad Politécnica de Cartagena se están llevando a cabo ensayos de reintroducción de individuos en campo con la colaboración del grupo ecologista ANSE, a la espera de que se redacte el plan de recuperación de la especie, que depende de la administración regional.
“Conocer cada una de las plantas y los servicios que prestan al resto del ecosistema muestra que es tan relevante cualquier pequeña hierba como el más grande de los árboles”, reivindica Martínez Sánchez. “Conforme van faltando nudos de la red del ecosistema, este se resiente y deja de funcionar correctamente. De ahí la importancia de conservar la biodiversidad entendida como un todo y no como un conjunto de elementos aislados”.
Fuente: ecoticias.com
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