"Nuestra intención es aplicar técnicas que permitan obtener, recolectar y guardar células de aves y utilizarlas para la reproducción artificial", dijo a Efe Mary Palma, responsable del proyecto.
El banco esta localizado en las instalaciones del santuario de las aves de El Nido, en el municipio de Ixtapaluca del central Estado de México, que da cobijo a más de tres mil pájaros de unas 600 especies, muchas de ellas en peligro de extinción.
Este refugio, que pertenece a una agrupación civil fundada hace 47 años por el hoy fallecido veterinario Jesús Estudillo, resguarda cada una de las especies por parejas y en pequeñas comunidades, lo que lo convierte "en un hábitat permisible para la proliferación".
"Tenemos que empezar a prepararnos para el futuro y garantizar que, mediante la reproducción artificial, prevalezcan especies como las rapaces", entre ellas la "Atila", un águila imperial que, pese a ser el ave más emblemática de México, está en peligro de desaparecer, afirmó Palma.
Según la investigadora, este proyecto, el primero en América Latina, y "quizá en el mundo", debe desarrollarse "de inmediato", debido al peligro "latente de desaparición de importantes especies que están empezando a resentir los cambios climáticos y otros factores como la tala de bosques y la depredación de faunas".
Explicó que desde hace varios años México, al igual que otros países, cuenta con bancos de germoplasma para conservar el semen de mamíferos, principalmente del ganado.
No obstante, dijo que los sistemas utilizados para la preservación criogénica (técnicas de congelación) de semen de aves no es igual al de los mamíferos "pues se trata de células más frágiles".
"Normalmente, en los mamíferos lo que se preserva es semen, embriones y óvulos, pero en el caso de las aves, los óvulos definitivamente no los podemos preservar porque vienen en el huevo con el saco vitelino", detalló la especialista.
La científica, responsable de la salud de las aves de El Nido, comentó que en los últimos años la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) ha empezado a tener sus propios bancos de germoplasma, pero de momento "sólo están dirigidos a aves de corral".
Este proyecto estará a cargo de investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública del central estado de Morelos, así como de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) de Ciudad de México.
El santuario de aves, al que sus trabajadores llaman el "Arca de Noé aviar", es reconocido internacionalmente por ser uno de los primeros en lograr con éxito la reproducción de especies amenazadas, y ha sido galardonado por el Fondo Mundial para la Vida Silvestre y las Naciones Unidas, que le otorgaron en 1993 el premio Global 500.
El centro se sostiene gracias a los donativos y la participación de unos dos mil voluntarios que se reparten todos los días de la semana el trabajo arduo de limpieza y mantenimiento del recinto.
El santuario está abierto al público para sensibilizar a las personas y convencerlas de la importancia de proteger el medio ambiente.
Más de 600 especies como águilas, halcones, búhos, periquitos, cacatúas, guacamayos, tucanes, faisanes argus, quetzales o aves ancestrales como las Casuarius, originarias de Nueva Guinea y Australia y consideradas de las especies más antiguas del planeta, son presentadas en zonas acondicionadas que intentan recrear el hábitat del que proceden.
Fuente: El Informador.
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