A pesar de que los rinocerontes, sean una especie en peligro de extinción y que se busqué preservarla, la caza furtiva, cuyos cuernos son vendidos en el mercado negro por sus supuestas propiedades medicinales, se ha cobrado en Sudáfrica 52 piezas en los primeros 43 días del año, informó hoy la Agencia Sudafricana de Parques Nacionales (SANPARK, sus siglas en inglés) en un comunicado.
Las áreas más afectadas son el Parque Kruger, la reserva natural más grande del país, en la frontera con Mozambique, y la provincia de Limpopo (norte), con 26 y 13 animales abatidos respectivamente.
SANPARKS informó además de que desde comienzo de año un total de 30 supuestos furtivos han sido detenidos en Sudáfrica por la caza ilegal de rinocerontes, especie protegida en el país.
"Es muy preocupante que sigamos perdiendo esta gran cantidad de rinocerontes, pero la parte más esperanzadora es que estamos aumentando el número de arrestos e imponiendo sentencias cada vez más estrictas", apunta en el texto difundido hoy el director de Parques Nacionales, David Mabunda.
La semana pasada tres furtivos fueron condenados a 25 años de cárcel cada uno; penas que en muchos casos superan las de asesinato o violación en Sudáfrica.
Según la nota difundida por SANPARKS, la Policía y los grupos conservacionistas están notando un incremento de la cooperación de la población local, lo que está permitiendo un mayor número de arrestos.
Pero a pesar del aumento en la concienticización de la lucha contra la caza de los rinocerontes, el Parque Kruger se encuentra desde el pasado 3 de febrero inmerso en una huelga que ha reducido su plantilla en 361 empleados, entre los que se encuentran 248 guardas.
Para tratar de contrarrestar la ausencia de vigilantes, el Gobierno sudafricano ha enviado policías, soldados y guardas retirados, que intentarán garantizar la seguridad de los rinocerontes de la reserva.
Los rinocerontes están en grave peligro de extinción debido a la caza a la que los furtivos les someten para obtener sus preciados cuernos, a los que en Asia se atribuyen propiedades medicinales.
La caza furtiva de rinocerontes se cobró el año pasado la cifra récord de 443 animales, superando los 333 de 2010.
Fuente: El Informador.
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