2011, declarado Año Internacional de los bosques por Naciones Unidas, debe ser el año en el que se frene la deforestación "salvaje" que sufren, entre otras, las selvas de Indonesia y de la Amazonía brasileña.
Así lo ha defendido Greenpeace en un comunicado, en el que ha apuntado como retos para los bosques españoles que continúe la reducción de los incendios forestales -2010 ha registrado el menor número de fuegos de la década- y la aportación de soluciones a los problemas que plantea el sector del eucalipto.
"La reducción de las emisiones de CO2 procedentes de la deforestación son un objetivo alcanzable a corto plazo", ha señalado el responsable de la campaña de bosques y clima de Greenepeace España, Miguel Ángel Soto, para quien países como Indonesia, Brasil o México deben adoptar políticas contra esta actividad.
En España el modelo de gestión de las plantaciones de eucalipto es una fuente de conflicto ambientales, según Greenpeace, y deben encontrarse soluciones que protejan el suelo, la flora y la fauna de los bosques autóctonos.
Aumentar el número de hectáreas de bosque con planes de gestión, que permitan aprovechar sus recursos y suministrar bienes y servicios a la sociedad, y continuar con la reducción de los incendios forestales son otras de las apuestas de esta organización para el 2011.
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