Varios giros artesanales de Jalisco tienen el reto de avanzar con velocidad en dos vertientes para ser competitivos: el respeto al medio ambiente para no dar pie a que se les descalifique por ser fuentes de contaminación y riesgo sanitario, y en el diseño que haga atractivos a los productos en un mercado determinado.
Así hace el planteamiento el director del Instituto de la Artesanía de Jalisco (IAJ), Mario Alberto Reyna Bustos, quien refirió que un ejemplo destacado del avance, tanto en el reto ambiental, como del diseño, ha sido el de los productores de cerámica sin plomo, la que por cierto tiene un enorme mercado en Estados Unidos en la gastronomía mexicana, si cumple con el requisito de estar libre de este metal.
Incluso, abundó que se estudia la posibilidad de una marca colectiva para la cerámica jalisciense sin plomo para reforzar la identidad de una serie de productos que pueden proyectarse, tanto a la exportación como al mercado nacional con esta característica.