El experto Spicher resaltó que existe un gran potencial de reducción de las emisiones y de los consumos de combustible de los automóviles de segmento B y apuntó que en condiciones reales de utilización es posible rebajar entre 1,5 y 2 litros por kilómetro recorrido los consumos de los vehículos convencionales.
Asimismo, indicó que el potencial de mejora de este tipo de vehículos con motores de combustión no se limita únicamente a las motorizaciones y las transmisiones, sino que también afecta a los trenes de rodaje y a la producción completa del vehículos.