Investigadores de la Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Azcapotzalco (UAM-A) abordan estudios sobre la aplicación de nanoestructuras de oro para lograr la descontaminación de las aguas negras y residuales en México.
La razón por la que expertos de esta casa de estudios han decidido emplear oro reside en que las nanopartículas de este metal, en tamaños inferiores a 10 nanómetros (10 millonésimas partes de un metro), presentan una gran actividad química y en especial en las reacciones de oxidación.
Las propiedades de las nanopartículas de oro son altamente funcionales para eliminar contaminantes orgánicos, pues muchos de éstos son difíciles de degradar. Por este motivo la doctora Mirella Gutiérrez Arzaluz y el doctor Miguel Torres, profesores e investigadores de la UAM-A, trabajan en la utilización de catalizadores (substancias o elementos que permiten, aceleran o propician reacciones químicas) que incluyen nanopartículas de oro como agente reactivo contra los contaminantes orgánicos.