En la búsqueda de la conservación del Medio Ambiente, el programa Dreamliner de Boeing intenta reducir el consumo de combustible para hacer la aviación un poco más ecológica. Su secreto, los materiales con los que está construido y los motores de la firma Rolls Royce. Ahora, este avión "verde" acaba de completar su primer vuelo comercial entre las ciudades de Tokio y Hong Kong, entre Japón y China.
Desde la prehistoria el hombre ya deseaba volar. La mitología antigua ya mostraba seres y personajes que conseguían remontar el vuelo y alzarse por encima de las cabezas del resto de seres humanos, como el caso del griego Ícaro. Incluso el gran Leonardo da Vinci diseñó una especie de avión, muy lejos de las actuales aeronaves de transporte de viajeros, pero que marcaría una carrera por desarrollar un aparato fiable que volase por sus propios medios. Muchos otros como François de Rozier, Otto Lilienthal o Clèment Ader también pusieron su granito de arena en esta carrera. Sin embargo, seguro que muy pocos de ellos llegaron a pensar que sus invenciones, en el futuro supusieran un problema medioambiental.
Y es que en la actualidad, en todo el mundo, despegan y aterrizan alrededor de 100.000 vuelos con el consiguiente gasto energético y, en consecuencia, con la contaminanción atmosférica que generan. Y no solo por culpa del CO2 que emiten sus motores, sino también a nivel acústico con problemas sobre la población que habita cerca de los aeropuertos.
Aviones comerciales más ecológicos
De ahí que Boeing haya desarrollado una línea de aparatos comerciales más ecológicos. El avión, el Boeing 787 puede recorrer hasta 15.000 kilómetros sin repostar, distancia que solo completaban otros dos modelos de la marca. Al estar fabricado en gran parte con fibra de carbono (un material liviano y muy resistente) reduce su peso y consigue consumir menos combustible en vuelo. Exactamente, explican desde Boeing, "hasta un 50 por ciento de la estructura principal del 787, incluyendo fuselaje y alas, estará hecha de materiales compuestos".
La forma de fabricar las piezas es otra de las clave para la disminución del peso del avión. Por ejemplo, indican desde la marca, se han eliminado 1.500 planchas de aluminio y unas 45.000 abrazaderas gracias a la fabricación del fuselaje como una sola pieza.
Otra de las características destacables de este modelo es su pequeño tamaño, lo que le hace más versátil en pequeñas distancias. Pero además, a nivel estructural, destaca el desarrollo llevado a cabo por Rolls Royce. El motor, específicamente desarrollado para este avión y llamado Trend 1.000, reduce el ruido y las vibraciones , es más eficiente, ligero y fácil de instalar en las alas del Boeing.
El innovador avión permite transportar hasta 250 pasajeros y viajará a una velocidad de unos 912 km/h.
Con este modelo la marca de aviones ha prometido un 20 por ciento menos de consumo de combustible y un 30 por ciento menos de costes de mantenimiento. A nivel sonoro indican que la reducción de la contaminación acústica supera el 50 por ciento.
Los prototipos son esenciales para desarrollos futuros y la mejora de las tecnologías. Sin embargo, en ocasiones se echa de menos este tipo de proyectos que transforman los diseños sobre el papel en una realidad palpable.
Fuente: Muy Interesante.
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