El bambú es una de las plantas más utilizadas y casi idolatradas por los ecologistas. Lo es porque a pesar de ser una gramínea, tiene un tronco leñoso, la famosa caña de bambú que en algunos casos puede llegar a crecer hasta un ancho de 30 centímetros y unos 25 metros de altura. Crecen en casi todos los continentes menos en Europa, aunque son famosas en Oriente ya que allá las usan para todo, incluso como para los andamios en las construcciones.
Es que es tan resistente y flexible que se lo llama el acero vegetal, y se han registrado más de 1500 usos y utilidades. Es un recurso renovable y sostenible. El bambú es la planta que más rápido crece en todo el mundo.
Por lo general crecen en una época del año que dura de tres a cuatro meses, pero en ese tiempo lo hacen tan rápido que en un día una sola caña puede alcanzar el metro de altura, o más. Pero un bambú típico está listo para ser utilizado en lo que sea en sólo tres años, cuando alcanza du dureza máxima. En los años siguientes comienza la decadencia de la caña, que no suele vivir más de diez años.
Como decíamos el bambú se utiliza mucho en la construcción ya sea para suelos, techos, muebles, etc, pero ahora la Fundación Altran ha presentado un sistema de almacenamiento natural de dióxido de carbono que se vale del bambú.
Si recordamos, el dióxido de carbono es el gas de efecto invernadero que más a afectado a nuestro planeta y por ende el principal culpable del calentamiento global. Cabe aclarar también que la fuente principal de donde procede este gas es de la actividad humana.
Según la Fundación Altran el bambú se puede usar en la construcción a la vez que se almacena dióxido de carbono. Como decíamos el bambú es un material de construcción renovable y sostenible, y una vez se ha dejado de utilizar, incluso es biodegradable ya que es madera.
La Fundación Altran defiende el uso del bambú en al construcción no sólo por su lado ecológico sino porque puede generar una fuente de negocios y aumento de la economía en los países productores, que por lo general son de economías subdesarrolladas.
El director de la Fundación Altran, Francisco Gallo, dijo que el sistema “supone la transformación de la caña de bambú en un material moldeable con el que construir elementos prefabricados modulares que permitan el levantamiento de edificios con gran rapidez”.
Según dijo “el bambú absorbe un 30% más de dióxido de carbono que las especies de coníferas empleadas habitualmente en la construcción”.
Ya tienen una vivienda tipo construida con el bambú gigante que será exhibida en Colombia en 2010 y luego en Barcelona.
Fuente: sustentador.com
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